Hoy, más de una centuria después del célebre y a la vez traumático "caso Dreyffus", como ejemplo de proceso judicial viciado de raíz, donde el oscurantismo y la nula transparencia pusieron en serios aprietos al ministerio público de la Justicia en la vecina República francesa -que demostró no ya su ceguera, sinó su indiferencia total-; volvemos a reencontrarnos con la historia, rememorando aquel episodio que conmocionó a la sociedad gala de finales del siglo XIX, corregido y ampliado cuantitativa y cualitativamente en otro proceso que nos es más cercano, convertido de un tiempo a esta parte en cotidiano para todos los españoles: el "caso Camps".
Y ahora como entonces ante una sociedad anestesiada, complaciente, desmotivada y en suma, indiferente, existe una voz que se alza para denunciar lo que todos vemos; aquello que percibimos, notamos o sentimos, pero que por miedo, hastío, cansancio, holgazanería o pereza nadie se había atrevido a modelar en forma de discurso, charla, alegato, carta, o simple mensaje.
En 1898 fue la voz de un escritor, Émile Zola, quién a pesar de las consecuencias que le depararían sus afirmaciones, remitió vía prensa una carta al presidente de la República francesa para denunciar el proceso sumarísimo dispensado al militar Dreyffus.
Hoy, en esta sociedad tan tristemente huérfana de literatos y escritores de renombre, es otra voz la que de forma meridiana, firme, concisa y concreta da carta de naturaleza a una denuncia. Una voz, que es la de todo el Partido Popular de la Comunidad Valenciana que refleja de forma unánime un sentimiento unitario de respaldo y apoyo explícito y público al presidente de todos los valencianos, Paco Camps, víctima de la mayor campaña de hostigamiento y acoso a la figura de un dirigente regional de toda la democracia. Un sentimiento verbalizado a través de nombres propios como Sonia Castedo, Alberto Fabra, Alfonso Rus o Rita Barberá y tantas decenas de alcaldes y concejales populares en los diferentes pueblos de nuestra comunidad, que al ser depositarios de la confianza de los ciudadanos convierten esta voz en un auténtico clamor popular.
Hoy más que nunca debemos despojarnos de nuestros temores, desechar todo aquello que nos turba o espanta, porque nuestros valores son sinceros, nuestro ánimo inquebrantable y la convicción que tenemos el mejor presidente regional que jamás ha conocido la Comunidad Valenciana, constituyen la fortaleza y el espíritu necesarios para aplacar la mentira, templar la crispación, desbravecer la insidia y doblegar el dedo acusador.
Con esas premisas y convicciones, hoy más que nunca estamos en disposición como ya hiciera Zola en 1898 de formular el "Yo acuso":
- Yo acuso al Gobierno de España, de urdir, configurar, instruir y ejecutar la causa contra Paco Camps, presidente de la Generalitat Valenciana.
- Yo acuso a la vicepresidenta primera del Gobierno, Mª Teresa Fernández de la Vega de dirigir la caza de brujas hacia el PPCV.
- Yo acuso al Fiscal General del Estado, Cándido Conde Pumpido, de ser el brazo ejecutor de las consignas que emanan directamente de La Moncloa.
- Yo acuso al PSPV-PSOE y a su secretario general, Jorge Alarte, de hacer seguidismo de la doctrina de judicializar la vida política valenciana en aras de alcanzar aquello que las urnas le vienen negando a su partido desde hace más de 15 años.
- Yo acuso a Ángel Luna, síndico del PSPV-PSOE en las Cortes Valencianas, de exhibir en público material bajo secreto de sumario, dejando al descubierto la conexión directa existente entre la clase política socialista y el ministerio público de la justicia en la causa contra Francisco Camps.
- Yo acuso a PRISA de mentir a través de las páginas de su rotativo El País acusando a Francisco Camps de ocultar facturas al juez.
- Yo acuso al PSOE, promotor de la ley de memoria histórica que recoge en su articulado el desagravio hacia los Juicios Sumarísimos del Franquismo, por dictar sentencia política y mediática de culpabilidad sin lugar a defensa contra el PPCV.
Y ahora como entonces ante una sociedad anestesiada, complaciente, desmotivada y en suma, indiferente, existe una voz que se alza para denunciar lo que todos vemos; aquello que percibimos, notamos o sentimos, pero que por miedo, hastío, cansancio, holgazanería o pereza nadie se había atrevido a modelar en forma de discurso, charla, alegato, carta, o simple mensaje.
En 1898 fue la voz de un escritor, Émile Zola, quién a pesar de las consecuencias que le depararían sus afirmaciones, remitió vía prensa una carta al presidente de la República francesa para denunciar el proceso sumarísimo dispensado al militar Dreyffus.
Hoy, en esta sociedad tan tristemente huérfana de literatos y escritores de renombre, es otra voz la que de forma meridiana, firme, concisa y concreta da carta de naturaleza a una denuncia. Una voz, que es la de todo el Partido Popular de la Comunidad Valenciana que refleja de forma unánime un sentimiento unitario de respaldo y apoyo explícito y público al presidente de todos los valencianos, Paco Camps, víctima de la mayor campaña de hostigamiento y acoso a la figura de un dirigente regional de toda la democracia. Un sentimiento verbalizado a través de nombres propios como Sonia Castedo, Alberto Fabra, Alfonso Rus o Rita Barberá y tantas decenas de alcaldes y concejales populares en los diferentes pueblos de nuestra comunidad, que al ser depositarios de la confianza de los ciudadanos convierten esta voz en un auténtico clamor popular.
Hoy más que nunca debemos despojarnos de nuestros temores, desechar todo aquello que nos turba o espanta, porque nuestros valores son sinceros, nuestro ánimo inquebrantable y la convicción que tenemos el mejor presidente regional que jamás ha conocido la Comunidad Valenciana, constituyen la fortaleza y el espíritu necesarios para aplacar la mentira, templar la crispación, desbravecer la insidia y doblegar el dedo acusador.
Con esas premisas y convicciones, hoy más que nunca estamos en disposición como ya hiciera Zola en 1898 de formular el "Yo acuso":
- Yo acuso al Gobierno de España, de urdir, configurar, instruir y ejecutar la causa contra Paco Camps, presidente de la Generalitat Valenciana.
- Yo acuso a la vicepresidenta primera del Gobierno, Mª Teresa Fernández de la Vega de dirigir la caza de brujas hacia el PPCV.
- Yo acuso al Fiscal General del Estado, Cándido Conde Pumpido, de ser el brazo ejecutor de las consignas que emanan directamente de La Moncloa.
- Yo acuso al PSPV-PSOE y a su secretario general, Jorge Alarte, de hacer seguidismo de la doctrina de judicializar la vida política valenciana en aras de alcanzar aquello que las urnas le vienen negando a su partido desde hace más de 15 años.
- Yo acuso a Ángel Luna, síndico del PSPV-PSOE en las Cortes Valencianas, de exhibir en público material bajo secreto de sumario, dejando al descubierto la conexión directa existente entre la clase política socialista y el ministerio público de la justicia en la causa contra Francisco Camps.
- Yo acuso a PRISA de mentir a través de las páginas de su rotativo El País acusando a Francisco Camps de ocultar facturas al juez.
- Yo acuso al PSOE, promotor de la ley de memoria histórica que recoge en su articulado el desagravio hacia los Juicios Sumarísimos del Franquismo, por dictar sentencia política y mediática de culpabilidad sin lugar a defensa contra el PPCV.
Hoy, como entonces hizo Zola, nosotros los ciudadanos de la Comunidad Valenciana acusamos sin tapujos y como un sólo hombre a aquellos que han orquestado esta cortina de humo.
Hoy, como en aquel momento hizo el autor de Balzac, no nos arrepentimos de apoyar a nuestro Presidente, porque tenemos la certeza que es inocente.
Hoy, como en aquel aciago año 1898, caminamos con paso firme y decidido junto a Paco Camps, porque sabemos que la verdad está en camino, y nadie la detendrá.