lunes, 4 de enero de 2010

Zapatero ya tiene quién le escriba

No iba muy desencaminada la número 3 del partido socialista cuando en rueda de prensa comentaba en la ya lejana primavera de 2009, que la presidencia española de la UE iba a ser un "acontecimiento interplanetario". Y digo ésto porque visto el éxito editorial a nivel mundial que está teniendo esta puesta de largo, no me extrañaría nada que llegaran columnas de opinión desde más allá de las estrellas.

Los franceses que desayunaron la víspera de fin de año con Le Figaro pudieron leer: "Europa, en lugar de ser el escenario internacional de los éxitos de zapatero, constituye de ahora en adelante la débil esperanza a la que se agarra el ejecutivo para enmascarar los problemas estructurales del país."

En el centro neurálgico de Europa, la otrora locomotora del continente dirigida por Merkel -a la que Zapatero llamó fracasada-, el Die Welt publicaba que "Una España debilitada deberá liderar Europa, afirmando que España se encuentra ante la mayor crisis desde el fin de la dictadura de Franco, y llama a Zapatero Sosomán." Mientras el Sddeutsche Zeitung recoge "que ante el 78,4 de españoles que temen perder el empleo según datos del CIS, se pregunta si con éste estado de ánimo van a conferirle los españoles impulso al continente."

Los medios de la pérfida Albión recogen en The Independent y The Guardian que "España, con una tasa de desempleo del 20%, y una deuda astronómica, se encuentra entre los países más problemáticos de la eurozona."

El Financial Times, luz y guía durante décadas como la bitácora por excelencia de las finanzas a nivel mundial, dedica también una editorial al semestre español en la UE con un título suficientemente explícito: Una España torpe debe guiar a Europa.

Pero quizá la editorial que más hurga en la herida del zapaterismo es la que dedica el New York Times.

El rotativo de fábrica neoyorkina se sorprende de las largas colas de desempleados a las puertas del INEM, pero sobre todo llama la atención sobre la escandalosa cifra de parados jóvenes: "Se ha pasado del 17,5 por ciento de hace tres años a la actual tasa del 42,9 por ciento". Unas cifras que no resisten comparación con países que tradicionalmente han tenido una situación infinitamente peor que la española: "En Grecia, por ejemplo, la tasa de desempleo juvenil es del 25 por ciento, mientras que Irlanda es de 28.4 por ciento y el de Italia es de 26,9 por ciento".

España se sitúa muy por debajo de las democracias populares que dominaban el este del continente hasta la caída del telón de acero: "España está incluso peor que los países de Europa oriental, donde el desempleo juvenil ha sido tradicionalmente alto. En Eslovaquia, por ejemplo, el desempleo entre los jóvenes es del 27,9 por ciento. En Polonia, el desempleo juvenil es del 21,2 por ciento, frente a un 35 por ciento hace unos años".

A la luz de estos datos el New York Times concluye de forma tajante: "Su gobierno no es capaz de inyectar más estímulo y ofrecer más apoyo a la creación de empleo".

Así las cosas, medio mundo se sorprende del desaguisado en que se ha visto sumida España en apenas cinco años, y no atinan a entender como ha sucedido.

El planteamiento es sencillo, pero es preciso tirar de hemeroteca y encomendarnos a esa memoria histórica que es tan del gusto de nuestro socialismo patrio; porque la realidad demuestra que la situación de finales de 1995 y la de principios de 2010 no dista mucho en términos generales, con ese denominador común que fue y es el partido socialista en el gobierno de la nación. Una forma de gobernar que se caracteriza por dilapidar el erario público, incrementar las listas de desempleados de manera moderada, dado que las cifras reales nunca se conocen habida cuenta de la manipulación que impera en los organismos, que en su máxima expresión es capaz de favorecer la huída de terroristas a través de un chivatazo. Unos paralelismos que llevados al extremo se materializan en un dobérman que arrasa todo a su paso, derogando leyes de educación o trasvases, primando siempre el sectarismo y el sello de aquel que porta el carné de partido en la boca, ensanchando de esta forma la red clientelar y subsidiaria para la que Andalucía -región más extensa de Europa-siempre ha sido un laboratorio de ensayo excepcional. Un modo de facto puesto en práctica por aquellos elegidos, que lejos de ser los mejor preparados, dan buena muestra de su pobre formación en cada gesto, acción o mitin; convirtiendo todo acto en una verdadera algarada caduca, llena de odio y que rezuma a naftalina guerracivilista.

Esa es la España de Zapatero, la ruina de los valores del Estado de derecho, el valle de lágrimas de la piel de un toro sin corridas, y en definitiva una verdadera hecatombe para todos aquellos que creemos y sentimos la democracia como aquel principio de cohesión y esperanza en el futuro.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bien argumentado pero parece un corta y pega del periocistal digital, el confidencial. No aporta nada a lo que ya dicen estos panfletos y se viene a sumar a la estrategia de acoso y derribo iniciada por la derechona desde el minuto 1 del gobierno de Zapatero.

Soliman el magnifico dijo...

Amigo anónimo, cuando alguien se hace eco de editoriales o recortes de prensa es normal que existan coincidencias entre todos los medios que recogen la información. Cada cual puede imprimirle el punto de vista que prefiera pero la esencia argumental es la misma. De todas formas siempre puedes apostar por la originalidad de Público que sabrá darle un nuevo concepto a la opinión de los más afamados rotativos mundiales sobre el semestre español de presidencia de la UE. Porque como ya se sabe es de bien nacido ser agradecido. ;)

Anónimo dijo...

La política és de jóvenes el sexo de viejos