Su nombre viene del griego "Γεώργιος" y significa: "agricultor, que trabaja en la tierra". A pesar de la popularidad de San Jorge, se conocen muy pocos datos de él, y casi todas sus noticias se basan en leyendas y tradiciones que han pasado de boca en boca a lo largo de los siglos. Todos los historiadores y escritores de libros de santos, suelen coincidir en que fue un soldado romano, nacido en el siglo III en Capadocia (Turquía). Se le destinó a Nicomedia como miembro de la guardia personal del emperador romano Diocleciano. En el año 303, Diocleciano emitió un edicto autorizando la persecución sistemática de los cristianos; así Jorge recibió órdenes de participar en la persecución, pero prefirió dar a conocer su condición de cristiano y criticar la decisión del emperador. Un airado Diocleciano reaccionó ordenando la tortura y ejecución del traidor. Jorge fue decapitado frente a las murallas de Nicomedia el 23 de abril del 303 y su cuerpo fue trasladado a Lydia para ser enterrado.
En el siglo IX aparece otra popular historia: san Jorge a caballo como vencedor de un dragón. Esta historia, que es parte de la "La leyenda dorada", también es conocida como «San Jorge y el dragón», y es el probable origen de todos los cuentos de hadas sobre princesas y dragones en Occidente.
La leyenda se relata en diversas partes de Europa y Asia Menor como propia (e incluso en el Japón, donde se puede equiparar a San Jorge con el dios del trueno Susano-oh, a la princesa con la doncella Kushinada y al dragón con Yamata), así que los detalles varían según la tradición local.
La leyenda comienza con un dragón que hace un nido en la fuente que provee de agua a una ciudad. Como consecuencia, los ciudadanos debían apartar diariamente el dragón de la fuente para conseguir agua. Así que ofrecían un sacrificio humano que se decidía al azar entre los habitantes. Un día resultó seleccionada la princesa local.
En algunas historias aparece el rey, su padre, pidiendo por la vida de su hija, pero sin éxito. Cuando estaba a punto de ser devorada por el dragón, aparece san Jorge en uno de sus viajes (a menudo a caballo), se enfrenta con el dragón, lo mata y salva a la princesa. Los agradecidos ciudadanos abandonaron el paganismo y abrazaron el cristianismo.
La historia de San Jorge con el paso de los siglos se convirtió en una de las más conocidas a lo largo y ancho del orbe. En España, Aragón y Cataluña conmemoran hoy el día del santo con celebraciones en sus respetivas comunidades autónomas. La tradición de estas fiestas proviene del auxilio a las plegarias de los reyes y nobles aragoneses durante la reconquista. Sobre todo a partir del siglo XIII surgen numerosas leyendas y apariciones en el reino.
Así Jaime I el Conquistador cuenta que en la conquista de Valencia apareció el santo: «Se apareció san Jorge con muchos caballeros del paraíso, que ayudaron a vencer en la batalla, en la que no murió cristiano alguno». Más tarde, el rey Jaime cuenta de la conquista de Mallorca que «según le contaron los sarracenos, éstos vieron entrar primero a caballo a un caballero blanco con armas blancas», que él identifica con san Jorge.
El patrocinio de san Jorge sobre los reyes de Aragón y, por extensión, sobre toda la Corona de Aragón se reconoce oficialmente en el siglo XV con la creación de su festividad.
Sin salir de España San Jorge es patrón de la ciudad de Cáceres, celebrándose esta fiesta la noche del 22 de abril con la quema del dragón en la Plaza Mayor.
Alemania es otro de los puntos de veneración de San Jorge. En el siglo IX aparece la Canción de san Jorge. Está basada en precedentes latinos y redactada en alto alemán, cuenta el martirio del santo. El origen podría estar en el monasterio de Prüm, al que el emperador Lotario I, donó un brazo cercenado y disecado, diciendo que era una reliquia de san Jorge. Eso lo convirtió en el centro de veneración de los francos.
Francia por su parte cuenta con 81 localidades y varios centenares de iglesias con el nombre de Saint Georges.
San Jorge sigue siendo venerado en Grecia, dónde se le ha dado el nombre de gran mártir.
El rey Eduardo III de Inglaterra, conocido por promover el código de la caballería, fundó en 1348 la orden de la Jarretera y nombró a san Jorge como su patrono.
En 1818, el entonces príncipe regente y más tarde rey Jorge IV de Inglaterra, creó la Muy Distinguida Orden de San Miguel y San Jorge para reconocer los servicios extraordinarios en el campo diplomático.
En Italia, el culto de san Jorge fue muy difundido. En Roma, Belisario, colocó bajo la protección de san Jorge la puerta de San Sebastián y la iglesia del Velabro, adonde fue trasladado poco después otro cráneo del santo, descubierto en el patriarcado lateranense del papa Zacarías.
En Rusia la imagen de san Jorge aparece en el antiguo escudo imperial y en el escudo nacional moderno. Era el antiguo emblema de los ejércitos rusos y dio nombre a la primera orden militar del país.
En Ucrania la fiesta de san Jorge cae en mayo. En esa fecha se celebra en Ucrania el plastuny, que es a la vez la fiesta de San Jorge y el festival de primavera.
En la isla de Malta se celebra la fiesta el cuarto domingo de junio y en Gozo el tercer domingo de julio.
En Etiopía según una leyenda, generada probablemente por el rey Lalibela, cuando éste estaba acabando una serie de iglesias, se apareció san Jorge son su armadura y montado en un caballo blanco. El rey dijo que el santo militar le echó en cara que ningún templo estuviera dedicado a él, así que el rey comenzó a colectar más impuestos para construir uno lo antes posible.
Así se construyó Bet Giyorgis ('san Jorge'), excavada en la roca, una de las iglesias más hermosas de Etiopía. La iglesia está rodeada por mitos y leyendas que afirman que fue construida por los templarios en el siglo XIII o que guarda el Arca de la Alianza bíblica.
San Jorge también es el patrón de Georgia. La bandera actual es una cruz de San Jorge y el escudo tiene una representación del santo a caballo matando al dragón.
Portugal llevó el culto a sus colonias; de ahí que diera el salto a los estados latinoamericanos identificado como dios de la guerra y las armas que maneja el hierro.
Paradójicamente al fervor popular hacia el santo, en el año 1969 el papa Pablo VI eliminó a san Jorge del santoral de la iglesia catçolica aduciendo que finalmente no había podido matar al dragón. Dicha eliminación fue parcial, ya que lo mantuvo a nivel facultativo (opcional).
A pesar de todo Jorge o San Jorge es una de las figuras históricas por antonomasia tenga o no altares y oraciones en su nombre; porque más allá del simbolismo religoso adoptado por el cristianismo, aquella hazaña evoca la valentía y el poder necesario de los hombres para vencer las adversidades, así como el triunfo de su voluntad sobre las penurias y los males que acechan al mundo.
Un mensaje de esperanza, fuerza y fe que es aplicable a cualquier época y momento histórico porque habla de valores que todos tenemos y nuestra particular lucha por hacerlos prevalecer frente a todo y a todos.
1 comentario:
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