domingo, 11 de enero de 2009

Cuando la nieve es noticia en enero...

Superadas las gélidas jornadas de la presente semana toca hacer balance de lo acontecido, escuchado y padecido por efecto del capricho meteorológico que ha querido recordarnos que estamos en esa triste estación sin aparente vida que es el invierno.

El hecho que este periodo estacional haga desplomarse los mercurios y venga acompañado de fenómenos adversos derivados de las bajas temperaturas, es algo que como todo el mundo sabe resulta insólito en nuestras latitudes que acostumbran a tener unos eneros sofocantes de cuarenta grados a la sombra...

No, no me he nacionalizado australiano ni escribo desde la Pampa argentina, aunque tras escuchar algunas declaraciones a veces a uno le dan ganas de coger un avión y plantarse donde sea -aunque viendo como está el patio, en lo que a aeropuertos se refiere lo justo-.

Situénse en el pasado viernes a las 10 de la mañana en que empiezo a escuchar por la radio algo parecido a un parte de guerra, de emergencia nacional, de ciudades incomunicadas, de paralización de autovías, de desabastecimiento de la capital de España. Una situación que va en aumento alcanzando el climax en torno a las 11 cuando anuncian que Barajas ha suspendido toda actividad pues se encuentra desbordado por la tormenta de nieve.

Imagínense que uno cansado de escuchar lo del cambio climático empieza a pensar que el fin de los días ha llegado viendo como se paraliza un país entero por un hecho que es tan frecuente y previsible como la gota fría aquí en Alicante.

Pero el verdadero drama llega bien entrada la tarde cuando en su comparecencia los responsables de nuestra seguridad en situaciones de este tipo, afirman sin despeinarse que la culpa es de los meteorólogos que no han acertado en sus partes previos. ¡¡¡Si ya lo decía yo!!!; desde que José Antonio Maldonado no da la información meteorológica en la Uno no es lo mismo; el satélite lo echa en falta y engaña a los demás.

"Si hubiéramos tenido unas previsiones meteorológicas distintas podríamos haber adoptado otras medidas", afirmaba el ínclito Rubalcaba en comparecencia ante los medios mientras a la ministra Espinosa -la del semblante siempre desapacible- se le quedaba la misma cara de naipe estreñido que al meteorólogo de la Sexta, que intenta en cada predicción hacer un pequeño club de la comedia.

Pero sin duda, tanto los medios como los propios españolitos de a pie esperábamos con una expectación comparable con la que aguardan los niños el día de Navidad o de Reyes, el particular show de Maleni. Porque esa mujer ha nacido para los focos, para los flashes, para los micros y las aclachofas de los reporteros asfálticos, es una artista televisiva que encandila con su don de palabra y gusta a la cámara siempre buscando el objetivo para deleitarnos con esa vis cómica andaluza que la caracteriza.

Sinceramente no defraudó y volvió a estar sembrá como diría ella en su particular jerga de ministra potentada.

"La culpa es de todos". Olé, olé y olé ese desparpajo y ese derroche explicativo-técnico del que hace gala en cada oportunidad que se le presenta. Con la afirmación "Es que ha nevao musho", nos volvió a demostrar sus cualidades: Vista no le falta y es lista como la que más.

Pero señores datos ni uno. Ni de quitanieves, ni del caos en Barajas, ni de los retrasos del AVE, ni la suspensión del 40% de servicios ferroviarios que trascurrían por el nudo de comunicaciones de Madrid, ni de la localización de las partidas de sal... nada de nada en escasos veinte minutos de comparecencia ante los medios.

Ella es así. Claridad y concisión en estado puro como su preparación y capacitación para desempeñar el cargo de ministra de fomento; transparente como una loncha de jamón de York o de Choped que es más cañí.


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