lunes, 26 de enero de 2009

Maquillaje para una crisis

Siguiendo las informaciones de los últimos días y la virulencia con la que los medios afines al Gobierno están tratando el supuesto caso de espionaje en Madrid, todo parece indicar que la realidad económica es mucho más dramática de lo que a priori parece, dado que cualquier razzia mediática de PRISA o MediaPRO es directamente proporcional a una necesidad acuciante de desviar la atención de la ciudadanía. Una forma de contribuir a que los árboles no dejen ver el bosque de una crisis que está rebasando todos los límites que se podía esperar, frente a un gobierno que lejos de legislar para atajarla, pone parches y tiritas tratando por todos los medios de taponar la herida que está sangrando los hogares de los españoles.

Una lesión que ya arroja unos datos escandalosos con más de 800.000 familias que tienen a todos sus miembros en el paro, y sin posibilidad a corto plazo de encontrar un trabajo.

Una tasa de paro disparada en el 14% que ya duplica a la media de la UE y nadie se atreve a aventurar cual será el techo que llegará a alcanzar, cuando ya contamos oficialmente con 3,2 millones de parados.

Pero en este saldo no se incluyen los desempleados que sacó de las listas el ex-ministro de Trabajo, Jesús Caldera, un mes antes de las elecciones generales, en febrero de 2008. Entonces, Caldera cambió el método de cálculo del paro para maquillar las cifras ante la pérdida de vigor del mercado laboral español. El ex titular de Empleo sacó de los registros de desempleados a las personas que acuden a cursillos de formación y los catalogó como demandantes de empleo no ocupados (DENOS). El retrato robot de estas personas es evidente: inmigrantes que pierden su puesto de trabajo con la crisis al carecer de conocimientos que les permitan cambiar de ocupación y los españoles y extranjeros expulsados del sector inmobiliario por el pinchazo de la burbuja del ladrillo.

El PSOE se vanagloria de las políticas sociales y empleo que desarrolla en sus comunidades autónomas, pero lo cierto es que cuando se observan las cifras del cierre de 2008, de las 237.757 personas incluídas en el DENOS, 160.843 son registradas en Andalucía y 24.236 en Extremadura, dos bastiones de los socialistas desde hace 30 años y que en virtud de esas cifras se hallan a años luz de los datos del resto de autonomías.

Pero las cifras maquilladas del Gobierno no acaban aquí. El departamento que dirige Corbacho tampoco incluye en las listas a 150.680 parados, agrupándolos en el epígrafe estadístico de desempleados "con disponibilidad limitada" o con "demanda de empleo específica". Estas personas, según afirma el Inem, "son aquellos demandantes, sin empleo, que indican en su solicitud condiciones especiales de trabajo". Es decir, que son también parados aunque no reconocidos como tales.

Todas estas prácticas no son una novedad. Si recuperamos las hemerotecas y volvemos la vista atrás, comprobamos como el PSOE ya maquilló las cifras de paro en el año 1985, cuando el actual Comisario Europeo Joaquín Almunia, era el titular de la cartera de Trabajo en el primer gobierno de Felipe González. En aquel momento los socialistas dejaron de contabilizar en el saldo total de desempleados a los preceptores de prestaciones por desempleo que participaran en trabajos de colaboración social, demandantes de un trabajo cuya jornada laboral semanal fuera inferior a las 20 horas, demandantes de empleo coyuntural por un periodo inferior a tres meses, demandantes que estuvieran cursando estudios de enseñanza oficial reglada, siempre que fueran menores de 25 o años o, si superaban esa edad, fueran demandantes de primer empleo, trabajadores beneficiarios del subsidio agrario que estuvieran percibiendo el subsidio por desempleo y personas que estuvieran apuntadas a cursos de formación de los Servicios Públicos de Empleo. Un maquillaje que a pesar de todo no consiguió disimular las alarmantes cifras de aquellos años situadas en torno a una tasa del 17%.

Algo parecido a lo que sucede hoy día dado que si se suman los desempleados DENOS y los citados de disponibilidad limitada y demanda de empleo específica, el volumen supera las 388.000 personas. Sumando esta cifra a los desempleados que reconoce el Gobierno el saldo total de parados en España asciende a 3.517.400 personas, ciñéndonos a las cifras sin maquillaje.

Una auténtica catástrofe para la economía española y un argumento de peso para censurar la actuación de un ministro de Trabajo y un Gobierno incapaz de solucionar este desaguisado; que se limita a publicitar estériles campañas de dudosa utilidad y a manipular datos con una actitud cínica y frívola que nos vende una serie de bondades como vulgar anuncio de cosmético barato.


3 comentarios:

El Españoleto dijo...

Catastrofico, pero más si tenemos en cuenta que la oposición se dedica a lo que no tiene que dedicarse. No existe un lider en la derecha....

Caballero ZP dijo...

Fíjate que los medios no dejan de hablar de ese tema, mientras que la crisis que es un verdadero drama, ha sido relegada a un segundo puesto.
Para colmo hoy tenemos el programa lavado de imagen de Zapatero, programa en el que le preguntan, el contesta lo que quiere, y no hay derecho a réplica.
Saludos

jj dijo...

veremos hoy en la 1ª,que dice de esto el tuerce botas de Zp,aunque no me espero nada,porque mira la catastrofe que hay y va primero a la tele que al congreso,y el abrazafarolas de nuestro lider dandole de comer a las palomas.
pobre pais