sábado, 17 de enero de 2009

¿Hay vida después de Federico?

Cuando hablamos de la verdad y nos ponemos a reflexionar, solemos acabar diciendo que nadie se encuentra en posesión de ella. Ni siquiera el diccionario de la Real Academia Española parece ponerse de acuerdo sobre lo que es la verdad, ya que da varias definiciones sobre esa palabra.

El peligro real que encierra la verdad es aquel que ciega al individuo y le lleva a autoconvencerse de que "su" verdad es la única auténtica y válida en cualquier aspecto de la vida.

La política no es ajena a esta particular ambición que tienen algunos individuos para adueñarse de determinadas situaciones y encauzarlas de tal forma que les permitan construir un discurso que poco menos queda convertido en un salmo responsorial, que el populacho debe asentir y aceptar como vulgar rebaño.

El hecho que jamás haya estado en mi ánimo imponer una opinión a nadie, convencido de la capacidad de criterio de cada persona para granjearse una conclusión ante un asunto determinado, me lleva a condenar ciertas actitudes que considero deplorables porque critican con afán destructivo determinadas decisiones y/o actuaciones, animados por profundos intereses que les conducen a unos comportamientos más que cuestionables, y les mimetizan peligrosamente con aquello contra lo que arremeten, estableciéndose una peligrosa connivencia que la mayoría de veces resulta indecente, vergonzosa y vergonzante.

Me resulta curioso que desde determinados medios de comunicación se empleen las mismas tácticas de confusión, alarmismo y, acoso y derribo contra el principal partido de la oposición. Si estos entes reciben el nombre de La Sexta, Cuatro, Público, El Pais o Cadena Ser lo puedo entender perfectamente, porque su línea editorial siempre ha estado próxima a la izquierda, y más concretamente, al progresismo socialista.

Sin embargo, el hecho que medios informativos como El Mundo, Cadena Cope o Libertad Digital emitan juicios de valor que se muestran abiertamente contrarios a las tesis del Partido Popular me parece poco menos que escandaloso; si tenemos en cuenta que los principios que teóricamente inspiran sus redacciones se encuentran próximos al liberalismo y a la Iglesia, resultan a mi parecer aun más inquietantes ciertas manifestaciones de las personas que dirigen dichos vehículos de comunicación.

Concretamente el caso de Libertad Digital o el programa "La mañana de la Cope" poseen como denominador común al periodista Federico Jiménez Losantos, que en el desarrollo de su actividad diaria nos suele regalar alguna que otra perla incendiaria. Un ejemplo claro que en mi opinión denota esa falta de coherencia en su discurso, son las continuas y recurrentes arengas que desde la emisora realiza en apoyo de la líder de UPyD, Rosa Díez. No tengo nada en contra de esta buena mujer; es más la considero valiente en su decisión de embarcarse en una formación política de nueva creación, pero de ahí a comulgar con su ideario creo humildemente va un trecho. Rosa Díez comparte la unidad de la nación y la derrota del terrorismo de ETA por medio del estado de derecho con el Partido Popular, pero nadie debe olvidar que el verdadero "yo" de la única parlamentaria de UPyD, es progresista. Su formación defiende por ejemplo tres puntales con el que cualquier elector conservador por propios principios debe posicionarse en contra. La eutanasia, el aborto y la Educación para la Ciudadanía. UPyD lleva en su programa estos aspectos en coincidencia directa con Zapatero y el PSOE, porque no es más que otro partido del amplio abanico que posee la izquierda en nuestro país. Una izquierda más moderada y light si queremos, pero izquierda al fin y al cabo.
Ese discurso y ese programa es el que defiende Federico cada mañana en su alegato matutino en favor de Rosa Díez. Y lo hace desde las ondas hertzianas que le brinda la Conferencia Episcopal.
Pero Federico es listo; él no comenta estos puntos calientes del organigrama de UPyD. Se limita a poner en valor a la política vasca en detrimento del líder de la oposición. Una persona impuesta afirma, una persona que no ha sido capaz de ganar unas elecciones durante su mandato, se mofa de su carácter, de su forma de expresarse. Se atreve a hablar de traición a los votantes, de renuncia a los principios.
Modestamente Sr. Jimenez Losantos, ¿a quién quiere usted engañar?

Si repasamos sus comentarios, beatifica usted en cada alocución a José María Aznar como el mejor presidente de la historia de la democracia española; le apoyo en este punto, si señor.
Ahora bien, lo que no se puede hacer es utilizar la figura del ex-mandatario para arremeter contra Mariano Rajoy, porque en un ejercicio de coherencia usted debe recordar que fue Aznar quién eligió al Sr. Rajoy como sucesor, y por tanto si todo el sustento de su crítica es la supuesta imposición, el origen de todos los males según usted es José María Aznar, ¿no?
Igualmente Mariano Rajoy es culpable de no haber vencido en unas elecciones jamás. Bien. En 2004 cualquier persona que se hubiera presentado a las elecciones encabezando la candidatura del PP habría obtenido idéntico resultado, dada la situación y la manipulación mediática que usted y yo sabemos que existió.
Durante largos cuatro años el PP ha estado haciendo seguidismo de la linea argumental que tanto usted como el Sr. Ramírez, director del diario El Mundo, marcaban sobre la responsabilidad del 11-M. Craso error del Sr. Rajoy y del Partido Popular porque gracias a esa pauta de trabajo nuestra formación volvió a perder las elecciones generales de 2008. Los populares deberían haber renovado el partido hace cuatro años, porque las mismas caras de la fatídica jornada del 11-M no podían aportar nada nuevo a la formación.
Sólamente ahora el PP ha conseguido actualizar su discurso y desprenderse de los fantasmas creados por el interés de terceras personas que en su día quisieron practicar la política del ordeno y mando desde la sombra, sirviéndose de la plataforma que le otorga el universo mediático a imágen y semejanza de lo que en otro tiempo era el púlpito desde el que la jerarquía eclesiástica dominaba con sus sermones al ignorante pueblo.
Esa independencia y el hecho de volver a ocupar el espacio que perdió el PP en 2004 es el gran pecado que ha cometido Mariano Rajoy; el haberse desprendido de la actitud dogmática que imperó en estos últimos cuatro años en el partido ha sentado mal en esas esferas con avidez de protagonismo, que ven mermada su capacidad e influencia sobre un discurso que ha aprendido a disentir y caminar por sí mismo.

Las actitudes chulescas y las pataletas consiguientes de quienes braman día tras día, evidencian hasta que punto el Partido Popular ha sido capaz de desligarse de ese pasado de oscuridad, desvincularse de un modelo arcaico y atreverse a afrontar los nuevos retos de una España necesitada de un partido abierto a la sociedad, a sus problemas, a los retos del presente y del futuro que jamás deben ser condicionados por la voluntad de un medio, periódico o locutor. Porque la venida del segundo mesías queda todavía lejana y la vida seguirá después de Federico.




2 comentarios:

Caballero ZP dijo...

Aunque yo coincido con Federico en la mayor parte de las cosas que dice, es cierto que no se puede hacer un discurso a favor de Rosa Diez, ya que no defiende los valores del centro derecha.
Entiendo el desanimo que nos invade a muchos con respecto al nuevo PP, es más, muchos nos sentimos engañados y traicionados.
Es por eso que yo he recomendado retirar el voto al PP para que tenga un castigo por sus actos. Evidentemente esto no se puede hacer en las autonómicas de marzo, ya que no podemos dar balones de oxigeno a los nacionalismos, que son los que terminan gobernando gracias al PSOE.
La mejor forma de hacerlo es en las europeas, y creo que Rajoy lo sabe, y por eso a nombrado como candidato a Mayor Oreja.
Si gana, ya que Jaime es un peso pesado, la victoria se la apunta Rajoy, pero si pierde como consecuencia del castigo, la responsabilidad de la derrota será de Jaime.
Hay que reconocer que el PP da pena, ya pueden ponerse las pilas y hacer oposición.
Saludos

Natalia Pastor dijo...

Yo hay cosas en que las estoy de acuerdo con Federico, y otras,obviamente,no.
En que Rajoy ha dado un viraje que hace irreconocible al PP,es algo obvio,evidente, y que no se debe a una opinión de Federico.
Las salidas de Zaplana y Acebes,la renuncia de Ortega Lara y María San Gil,el giro nacionalista de Nuñez Feijoo,ha hecho que muchos militantes,simpatizantes y votantes del PP,miren con recelo a Rajoy y a su nueva Ejecutiva.
Y esto no es cosa de Federico:es algo plausible.
De todas formas,hay algo evidente:cuando tus enemigos te adulan(lease PRISA),y tlos que siempre te han apoyado(lease COPE y EL MUNDO)es que algo mal estás haciendo.
Rajoy y Gallardón,deberían hacérselo mirar.