Durante este tiempo, la incansable maquinaria de propaganda del PSPV no ha dudado en utilizar todos los resortes a su alcance para deslegitimar y desprestigiar la árdua labor desempeñada por los diferentes gobiernos del Partido Popular en la Comunidad Valenciana. Una labor centrada en la creación de riqueza y puestos de trabajo para cubrir las deficiencias que las políticas del puño y la rosa dejaron en nuestra región. Una tarea que se ha visto recompensada por los electores desde 1995 con tres mayorías absolutas que certifican el buen hacer y la eficiencia en la gestión del Consell por parte del PP.
Y todo ello pese a las constantes campañas de intoxicación perpetua del PSPV a la caza y captura del voto; cegados por el desasosiego y la desesperación al comprobar como el PPCV posee un programa, un proyecto y un equipo capaz de liderar a los valencianos en una idea de desarrollo, avance y potenciación de los sectores productivos y económicos, responsables de contribuir al bienestar de los ciudadanos.
Un PSPV que en connivencia con Ferraz y Zapatero mutilaron el Plan Hidrológico Nacional, derogando el trasvase del Ebro, abocando al abandono de miles de hectáreas de cultivo y al paro a esos hombres y mujeres que basan su subsistencia en el trabajo del campo, condenando a sus familias al empobrecimiento.
Un PSPV que no ha dudado en criticar abiertamente la política de grandes eventos que el Consell de Francisco Camps ha impulsado desde que fuera investido presidente en el año 2003; así proyectos que han situado a la Comunitat en el mapa universal y han asegurado el turismo y el empleo para miles de familias como la Copa América, la Ciudad de la luz, el circuíto de F-1, la Volvo Ocean Race entre otros, han sido objeto de ataque voraz por parte de las filas socialistas con el pretendido objetivo de lograr alguna rentabilidad electoral cual famélicas rémoras.
Un partido socialista que en su afán desestabilizador ha sido capaz de recurrir al Parlamento Europeo con el propósito de poner en cuestión la política urbanística de los populares, aun a riesgo de hacer peligrar miles de puestos de trabajo que dependían directamente del sector de la construcción. En este sentido, uno de los grandes logros del PSPV fue sin lugar a dudas el informe Auken que supone la puntilla a casi cuatro años de debate urbanístico en la Eurocámara que se han saldado con la aprobación de dos informes en los que se denuncian los abusos urbanísticos en España y el incumplimiento de la normativa europea de contratación pública, de la Directiva marco del agua y de la Directiva Habitat de Medio Ambiente de algunos proyectos. Todo ello dirigido supuestamente a censurar la política del Consell del Partido Popular.
Hoy sin embargo, ese mismo PSPV que ha intentado -sin éxito- situar contra las cuerdas al PPCV, recula en Europa y ante la premura de los comicios comunitarios, entona el donde dije digo diego para realizar un "llamamiento a la responsabilidad". ¿A quienes? A ellos mismos será.
La razón es bien sencilla, dado que el hecho que fuera aprobado definitivamente el mencionado informe Auken, supondría la pérdida para España de los fondos de cohesión. Y claro, esa es la guinda del pastel y la razón última de ese cambio de posicionamiento.
El problema de los eurodiputados socialistas es que intentan encontrar la paja en el ojo ajeno pero no ven la viga en el suyo propio. Tan sólo basta repasar las hemerotecas de los medios en los últimos meses para comprobar el alto porcentaje de casos de corrupción y desobediencia en cuestiones urbanísticas que salpican directamente a ayuntamientos gobernados por el PSPV en solitario o en coalición. Sólo en la provincia de Alicante saltan rápidamente los nombres de San Fulgencio y Bigastro. En el primer caso todos los ediles del PSPV acabaron en el cuartelillo y actualmente la alcaldía es dirigida por un edil adscrito a otro grupo con el que los socialistas gobernaban en coalición. En Bigastro, su alcalde ha salido recientemente de prisión bajo fianza después de estar cuatro meses entre rejas tras prevaricar durante veinticinco años en aquella localidad de la Vega Baja. La Vila, Altea, Xàbia o Dénia son otros de los nombres que están bajo sospecha tras el paso de gobiernos socialistas por sus consistorios.
Esa es la triste realidad de un socialismo valenciano que navega a la deriva, dando bandazos y palos de ciego, convencido que la mejor defensa es un buen ataque.
5 comentarios:
Están en la misma linea que el PSOE en Madrid:fijate con la que están motando con el espionaje de Ignacio González y Granados,y todo apunta a que todo está urdido desde las filas socialistas.
Son así;desconocen lo que es el juego limpio.
El socialismo jamás ha conocido el juego limpio. Desde temprana edad han urdido comploc, golpes de estado, asesinatos, robos, terrorismo de estado, malversación, etc. etc. etc.
Montan conflictos inexistentes, manipulan la información, amedrentan, boicotean, sacan a la gente a la calle a montar disturbios...
El socialismo jamás será democrático, porque simplemente no les gusta la democracia.
No conocia tu blog,ya que soy relativamente nuevo.
Me parece estupendo,una cosa que no habia visto nunca es las palabras mejor dichas que escuche sobre el conflicto palestino-israeli......"Podremos perdonaros por matar a nuestros hijos, pero nunca por obligarnos a matar a los vuestros. Sólo habrá paz cuando los palestinos amen a sus niños más de lo que odian a los judíos".
Golda Meir, primera ministra de Israel 1969-1974.
FANTASTICO
Me gustaria incluir tu blog como seguidor en el mio si te parece bien.
saludos
Un placer amigo leernos mutuamente. Encantado que me incluyas como seguidor en tu blog. Yo si me permites haré lo mismo también con el tuyo. Cuantos más seamos para denunciar los desmanes de este gobierno de pandereta, antes haremos despertar a los ciudadanos decentes de este país.
Un saludo. ;)
Ante la falta de argumentos para deslegitimar gobiernos que ya se pueden denominar de históricos, los señores de la rosa ponen en marcha toda su maquinaria, para intentar echarlos con sus mentiras y montajes.
Saludos
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