Hoy toda persona que desee el fin del terrorismo, el triunfo de la libertad, el amor a la vida y el respeto a la memoria de los cientos de personas asesinadas vilmente por una panda de asesinos mafiosos, estará en Madrid física, moral o emocionalmente con el estado de derecho.
No tenemos que escondernos, sinó todo lo contrario; hay que salir a la calle y demostrar que tenemos voz, alma y dignidad. No vamos a permanecer callados mientras nuestro país es humillado por un gobierno débil y entregado a una negociación mal entendida. España no tiene que pedir la paz, porque no estamos en guerra. No existe ningún conflicto armado. No hay trato que valga con asesinos, ni acuerdo, pacto o acercamiento; el único camino es la rendición incondicional, la entrega de las armas y la disolución de la banda armada, que es responsable y culpable exclusiva de sus injustificables acciones.
Negociar nunca puede suponer claudicar ante la irracionalidad y el chantaje. ETA no entiende de justicia, solo de tiros en la nuca; no entiende de memoria, sólo de bombas lapa; no conoce el significado de la palabra libertad, sólo el de la extorsión y el secuestro. Su carta de presentación es la amenaza y su modus operandi el asesinato, la sangre, muerte, desolación y barbarie.
Por eso hoy una vez más saldremos a la calle con la cabeza bien alta, sin temor ni prejuicio de ningún tipo, unidos por nuestro amor a una España en libertad, la legitimidad que nos concede el estado de derecho, el emocionado recuerdo a nuestras víctimas y una sola voz firme y decidida que alce su clamor al viento: "España no se rinde".
No hay comentarios:
Publicar un comentario